VICTORIA, ELISA
«Mundo maldito, lle?vame a mi? si quieres que ya estoy podrida de todas formas pero no me chafes a Alberto, a Alberto de?jamelo tranquilo dando saltos en su casa vestido de gato, de?jamelo que haga dibujos, que plan- te a?rboles, que baile, no le des sustos, no le des una pandilla que le ponga retos crueles, que se escape, que no se haga mayor como un cada?ver dentro de un cuerpo grande con el que sea imposible volver a comunicarse, que no se queden sus huesitos arrojados en el interior de un tonto que monte un negocio vinculado con el diablo y se pase las jorna- das firmando papeles y hablando con des- potismo. No me pudras a este nin?o, mundo asqueroso, solo te pido eso, asu?stame a mi?, enfe?rmame, tortu?rame, e?chame a una zan- ja y que nunca me encuentren, hazme dan?o a mi? y a este nin?o que nada lo vuelva malo.» Lali tiene que hacer prácticas de magisterio, pero olvida echar la instancia. Cuando descubre que le han asignado un colegio de monjas ya es demasiado tarde. Sin embargo tendrá que superar el miedo y aprender que también esos niños necesitan lo mejor de ella, que también el amor se desvanece,